Era el año 2012. Twitter todavía podía considerarse rival de Facebook. Pero como ha demostrado a lo largo de su historia, sus decisiones empresariales no han sido su fuerte. Ha dejado escapar numerosos servicios que podrían haber fortalecido su plataforma. Por Instagram, la red de fotografía que estaba triunfando entre los jóvenes entonces, llegó a ofrecer 500 millones de dólares. La operación acabó en saco roto. Semanas después, Facebook lanzaba la caña adquiriéndola por mil millones de dólares. ¿Por qué lo hizo? Para neutralizarla. Para acabar con la competencia. Para hacerse con el control del futuro. Y acumular más poder.
Documentos confidenciales a los que han podido acceder «The Verge» y «Bloomberg» confirman las verdaderas intenciones de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook. Era un momento en el que la empresa estaba perdiendo el tren del tráfico móvil, actualmente la principal fuente de acceso a internet. En febrero de 2012 envió un correo electrónico a su director financiero, David Ebersman, en donde le planteaba la idea de comprar a «startups» competidoras más pequeños como Instagram o Path.
«Estas empresas son emergentes, pero ya son marcas significativas y si crecen a gran escala podrían ser muy perjudiciales para nosotros», escribió. «Dado que creemos que nuestra propia valoración es bastante agresiva y que somos irrelevantes en los dispositivos móviles, tengo curiosidad por saber si deberíamos a por uno o dos de ellos. ¿Qué piensas?».
El informe pone de manifiesto una realidad: se compró, al igual que otros servicios, para eliminar todo signo de competencia. Ebersman, de hecho, según se relata en los documentos, enumera las cuatro posibles razones para comprar estas empresas: neutralizar a un competidor, entre ellos, adquirir talento, integrar productos para mejorar el servicio de Facebook. «Es una combinación de neutralizar a un competidor y mejorar Facebook», respondía Zuckerberg. «Una vez que alguien gana en un mercado específico, es difícil suplantarlo sin hacer algo diferente».
Años después intentó comprar Snapchat, aplicación que puso de moda la mensajería efímera. Ante su negativa, la red social por excelencia copió una de sus principales funciones, los «Estados», publicaciones que desaparecen pasadas las 24 horas. Y ahora está moviendo los hilos con TikTok, el fenómeno global que ha cautivado a las nuevas generaciones.
Estas palabras han salido a la luz coincidiendo con la audiencia del Capitolio. Y tal vez acusando los nervios, el propio Zuckerberg lo reconoció, aunque con la boca pequeña: «Fui claro desde el comienzo de que Instagram era un competidor en el espacio de fotos móviles, pero había muchos otros competidores», aseguró Zuckerberg, quien recordó que los reguladores aprobaron y dieron luz verde a la adquisición.
«Nosotros competimos con las empresas que están representadas en esta audiencia (Amazon, Google y Apple), así como con muchas otras que venden anuncios y conectan a personas», añadió Zuckerberg, quien advirtió de que China no comparte los valores estadounidenses y está aumentando su presencia en internet. Esta es una práctica habitual en el sector de la tecnología. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Jeff Bezos, fundador de Amazon, también reconoció en la misma audiencia que había materializado la misma práctica con Ring, empresa de soluciones domésticas, por unos mil millones de dólares.
ABC