La Oficina de Patentes de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) ha concedido a Apple una serie de solicitudes de patentes presentadas por la compañía Apple por las que ciertos tipos de sensores en un Apple Watch o un iPhone pueden utilizar su propio sistema de limpieza mediante luz ultravioleta.
Apple describe dos métodos que podrían desplegar ozono, generado por una luz ultravioleta, que tendría como objetivo erosionar y descomponer «compuestos orgánicos no deseados» dentro del dispositivo.
«Muchos dispositivos electrónicos móviles cuentan con sensores que permiten que los dispositivos realicen muchas más funciones que las comunicaciones», indica uno de los documentos titulado «Eliminación de la contaminación orgánica por oxidación con ozono para la integración del sensor ambiental». En otro documento, la compañía estadounidense que centra el método en la luz ultravioleta afirma lo mismo. Ambos métodos aseguran que «la medición de los latidos cardíacos, la presión arterial y el nivel de oxígeno en la sangre se encuentran entre las numerosas aplicaciones» que los dispositivos pueden utilizar, según ha recogido el medio especializado «Appleinsider».
La compañía indica que los teléfonos también «pueden equiparse con sensores ambientales, como sensores de presión, de humedad y de gas». Sin embargo, Apple ha indicado que los dispositivos son propensos a acumular residuos orgánicos, como aceites de la piel, suciedad o vello corporal y «dichas acumulaciones pueden contaminar la carcasa del dispositivo y/o el embalaje del sensor que puede producir señales de interferencia y dar lugar a un aumento de los errores del sensor durante un periodo prolongado».
Por ello, la compañía propone un sistema «para descomponer contaminantes orgánicos dentro de la carcasa del producto o cerca del embalaje del sensor para restaurar el ambiente limpio necesario para lograr lecturas precisas de los sensores ambientales integrados», mediante el uso de luz ultraviolenta para «iluminar los contaminantes».
«Los rayos de luz ultravioleta pueden iniciar un proceso de fotooxidación que resulta en la descomposición del escualeno», un compuesto orgánico aceitoso que puede adherirse a la superficie de la carcasa o el embalaje del sensor. «Al reaccionar con la luz ultravioleta, el escualeno, que se muestra con su fórmula química, se descompone en tres subproductos que pueden no ser peligrosos para los sensores ambientales», añade Apple.
ABC